jueves, 20 de noviembre de 2008

Diez años dedicados a la recuperación de adictos.

La institución que funciona en la localidad de Villa General Arias contabiliza la mayor cantidad de pacientes recuperados dentro de la Provincia, según afirmó la directora regional Leticia Iacovelli.

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"Este equipo terapéutico es el hacedor de la cantidad de pacientes que se han rehabilitado. De hecho es la institución que tiene mayor porcentaje, en estos diez años, de pacientes recuperados en toda la provincia de Buenos Aires. Y este no es un dato menor", destacó ayer la profesora Leticia Iacovelli, directora regional de la Subsecretaría de Atención de las Adicciones, dependiente del Ministerio de Salud bonaerense, en el acto conmemorativo por los diez años de vida de la Comunidad Terapéutica Punta Alta.
En el sector de ingreso a las dependencias, que funcionan en la localidad de Villa General Arias, se hicieron entrega de reconocimientos a quienes participaron y colaboraron con el proyecto que tiende a la atención y recuperación de pacientes atrapados por el flagelo de las drogas, además de los discursos alusivos a la conmemoración.
Iacovelli mencionó que hace dos años se tuvo la iniciativa de crear el servicio mixto, que no existía en la provincia de Buenos Aires.
"Por esto y por mucho más, desde la palabra de la subsecretaria María Graciela García, agradezco al equipo terapéutico, a toda la comunidad de Coronel Rosales para que los chicos que en algún momento no tuvieron una oportunidad, la encuentren ahora, puedan volver a ser felices y a creer que la vida vale la pena ser vivida cuando se le pone la vocación y el esfuerzo", dijo.
"Tenemos una receta mágica para que los chicos no caigan en el problema de las adicciones y se basa en la necesidad de que los padres amen a sus hijos, los escuchen, los comprendan y los acompañen en el proceso de crecimiento. De esa manera, todos vamos a ser mucho más felices y tendremos más chicos con proyectos y no pasando malos momentos", sostuvo.
La funcionaria agradeció al equipo terapéutico que todos los días pone el cuerpo, la vocación de servicio y el trabajo. "A veces los proyectos provinciales que nacen en un escritorio en la ciudad de La Plata, comprenden que el interior de la Provincia tiene características diferentes al conurbano y, por eso, nos da la posibilidad de elegir a las personas que tengan más vocación y más ganas de trabajar", afirmó.

Crecimiento y complejidad
En tanto la licenciada Yanina Ventura, directora del CTPA, dijo que cuando pensaron en los diez años de trabajo transcurridos, "se movilizaron muchas cosas en todo nuestro equipo y los profesionales de nivel regional".
"Pensamos en la Fundación de Padres y de sus hijos, y lo orgulloso que se deben sentir que pudieron enfrentar el problema (de las adicciones) y hacer algo en relación a ello, amén de la Subsecretaría que abrió las puertas para concretar el proyecto. Esto no se da siempre", dijo.
Destacó que fue una década de mucho recorrido institucional y crecimiento, cada año se fue complejizando y se llegó hasta la comunidad mixta que es única en el sur de la provincia de Buenos Aires.
"Hay capacidad para dar respuesta en adicciones, en todos los dispositivos terapéuticos, tanto en ambulatorios como en internación. Hay prevención, con lo cual nos ocupamos de los jóvenes. Agradezco a todos el acompañamiento y el estar siempre con nosotros", finalizó Ventura.

"Nos toca muy de cerca"
Por la Fundación Padres por la Vida, Chela Pérez, mencionó que "esto nos toca muy de cerca y nos moviliza, y nos hace recordar los tiempos pasados".
Reconoció que la institución no hubiera sido posible sin el apoyo del gobierno de la Provincia y el municipio. "Por eso nos sentimos muy orgullosos por haber podido lograr esta Comunidad, que en nuestro país no es fácil", indicó.
Los miembros de la Fundación le entregaron a los responsables de la CTPA una placa que tenía impresa el siguiente mensaje: "Por los que han estado y los que están desde hace diez años haciendo realidad esta casa de amor y paz".
Mencionó, luego, que hubo tiempos difíciles y situaciones de bajos recursos, pero siempre se hizo la tarea con mucho amor. "Y fundamentalmente es muy importante para los chicos que hoy están internados en la institución que los contiene y les permite salir adelante", dijo Pérez.

Jorge Izarra
El puntapié respondió a una acción conjunta.
"La denominada Carrera de la Esperanza despertó la conciencia de la comunidad rosaleña sobre la problemática de las adicciones y la Fundación Padres por la Vida nos reveló lo cerca que teníamos el problema", dijo el ex intendente Jorge Izarra.
"Pero fue la acción conjunta entre comunidad, padres y gobiernos provincial y municipal, lo que permitió concretar las instituciones que trabajarían el tema en nuestro distrito", indicó.
Recordó que cuando se inauguraron los consultorios del Centro Preventivo Asistencial, en Humberto al 600, en 1996, Padres por la Vida se acercó al gobierno municipal con la intención de entregar en comodato a la comuna una propiedad.
Indicó que luego de varias reuniones, replantearon su decisión y comenzó el trabajo conjunto entre funcionarios municipales, la Fundación y el doctor Alberto Yaría, por entonces secretario provincial de Adicciones.
"Desde ambos gobiernos se interpretó la necesidad de la población y luego de una ardua búsqueda se definió la construcción de la Comunidad Terapéutica en un predio de Villa Arias. Este proyecto es un ejemplo acabado del aporte mancomunado de tres ejes que confluyen en el bien común", dijo el ex intendente.
Mencionó que durante la gestión municipal justicialista continuó esta articulación estrecha, no sólo en lo político-institucional, sino facilitando y agilizando la función administrativa en las épocas de crisis que atravesó el país y la provincia.

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La Nueva Provincia, 20/11/08

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